Dos Santos. Un vino santiagueño entre algodones

El Viñedo Dos Santos está ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Beltrán, en el corazón del área de riego del Río Dulce en Santiago del Estero.
Revista Campo para Todos recorrió el campo acompañado por su propietario José Luis Dos Santos junto a sus hijos Leo, José Alfredo. Este último fue quién nos contó cómo llegaron a concretar este largo camino de realizar un vino propio.

José Luis, Leo y José Alfredo Dos Santos

¿Cómo nace este emprendimiento?
La idea nace de mi papá, que siempre se acordaba que sus abuelos tomaban el vino hecho con la uva del patio de su casa. Tenemos fotos familiares de los viñedos en el fondo de casa y él se acordaba de chiquito que al vino lo hacían ahí. Con el pasar de los años y cuando su amigo Eduardo Luna, dueño de la Bodega María del Pilar, hace su vino, lo prueba y le gusta; entonces pone a andar su propio proyecto. Estamos felices de poder cumplir sus sueños, aunque sea una locura con el desafío que significa, lo hicimos.

José Alfredo Dos Santos

¿Cuándo arrancaron con la producción?
Arrancamos entre 2018-2019, haciendo contactos, consiguiendo las primeras plantas, en viveros en Mendoza, gente de Catamarca asesorando como hacer la estructura, la conducción de las plantas, etc. En el 2019 empezamos con 5 hectáreas aproximadamente, con unas 15000 plantas, todas Malbec. El año pasado se incorporaron plantas de Petit Verdot. Todas las variedades fueron adquiridas en un vivero de Mendoza.

Se adaptaron muy bien, porque este campo antiguamente era un brazo del Río Dulce el suelo es arenoso y no retiene el agua, ideal para la vid. Con un buen manejo como el que hacemos y riego por goteo que es una solución porque le damos el agua necesaria y los fertilizantes. En cuanto al manejo de malezas, evitamos usar control químico, más bien apostamos a lo orgánico y hacemos todo lo que es control mecánico con una desmalezadora. Insectos casi no tenemos. Hacemos aplicaciones de fungicidas, siempre después de una lluvia, pero a modo preventivo, nunca hemos tenido problemas con alguna plaga fúngica.

¿Cómo son los manejos de la planta de vid?
El eje de toda la producción pasa por el manejo de la poda. Así definimos el potencial productivo de la planta. Hemos ido aprendiendo con el paso del tiempo, sobre la poda: la de formación, de conducción, en verde, etc. Y uno se va adaptando a ciertos manejos, a las podas, de acuerdo a lo que busca. Nos decidimos por un sistema de espalderas con guyot simple o doble guyot en algunos casos, o con cordón pitonado.

Vamos probando los diferentes manejos que se hacen y probando líneas para ver cuál se adapta mejor, hasta obtener el mejor resultado. Es muy importante el personal a campo, tenemos un empleado qué se adaptó muy bien a lo que es el cultivo, porque no es algo que ya sepamos, al muchacho le apasiona al igual que a nosotros; tenemos una muy buena comunicación con él y para mí eso es fundamental para entendernos y llevar un buen manejo.

Y los requerimientos de agua, ¿Cuáles son?
Aquí el manejo del agua es diferente que en los cultivos de uva de mesa. En este caso tenemos que hacerlo sufrir un estrés hídrico, es decir se le corta el riego en cierto punto, que es ahora en diciembre, por ejemplo, para que la uva no nos crezca en tamaño sino se concentre todos los fotoasimilados de la planta en el grano de uva, debe ser de calidad y no de tamaño; es lo contrario a la uva de mesa que busca tamaño.


¿Cuáles son las mayores complicaciones en el cultivo?
Las lluvias lo complican. Las lluvias en nuestra zona caen de febrero a marzo y esa es la época de cosecha o de maduración de la uva, por eso tenemos que hacer una cosecha adelantada, desde fines de enero. Lo ideal sería fines de enero y comienzos de marzo, qué es lo que se da en zonas áridas como Mendoza. Tienes que hacerlo rápido porque, teniendo ya la uva madura, hay que evitar los famosos temporales de marzo. Y hay que evitar el principal factor que beneficia de toda enfermedad fúngica, la humedad.

¿Cuánto tiempo demora en estar la planta lista para la producción?
Unos tres años hasta la primera cosecha, la pudimos hacer el 2021 en el cual hemos sacado 1500 kg más. Para ser el primer año, con plantas muy jóvenes, la producción fue buena. Esta próxima cosecha ya se espera sea mucho más grande. El potencial productivo de estas plantas se expresa entre los 5 y 7 años. La cosecha para el año 2023 comenzará a mediados de febrero hasta principios de marzo.

¿Cómo es el proceso en general?
Cosechamos y todo lo producido se lleva a la bodega María del Pilar, con quienes coparticipamos la producción. Contamos con un enólogo mendocino, Juan Manuel Mallea quien se encarga de la vinificación. El proceso comienza con el despalillado, se sacan las semillas, el hollejo, se filtra y queda el mosto. El jugo de uva obtenido pasa por un proceso de enología, que es la maceración y fermentación, hasta llegar al almacenamiento y estacionado. El estacionamiento es de aproximadamente 6 meses en un barril de roble francés. Por eso decimos que el nuestro es un vino Malbec joven, porque para llegar a ser reserva debe estar estacionado más de un año. Nos han salido mil botellas de Malbec puro. Tenemos otros barriles destinados a un Blend con alguna variedad de esta bodega.


¿Cómo está la otra variedad?
La variedad Petit Verdot, hemos implantado el año pasado, serán unas 500 plantas que también hemos traído desde Mendoza. El objetivo es ver cómo se adaptan, su potencial productivo. Notamos diferencia en la producción, que no es igual que en la zona de María del Pilar, porque los microclimas son diferentes, los suelos son diferentes. La idea es ir probando variedades y sacar algún vino puro, de Petit Verdot, Cabernet o de alguna variedad distinta.

¿Qué opinión tienes de tu vino?
Tiene buen aroma, buen color, quizá le falta un poquito el cuerpo, pero no es un vino aguachento. Tiene un muy buen sabor, es muy frutado en la boca, y para ser un vino joven es muy bueno, ideal para acompañar aperitivos.

¿También son productores algodoneros?
Si, este año contamos con algo de la producción de algodón. Estamos compartiendo lotes de algodón, con la vid. Tratamos de utilizar toda la superficie en algo productivo. Tenemos una parte ganadera, y también nuestra parte algodonera. Estamos adaptando este campo porque era un campo hortícola con un sistema de riego por goteo. Hemos anulado el sistema de goteo para hacer algodón con riego por superficie. Hicimos un riego pre siembra, pero no creo que podamos hacer uno más. Implantamos la variedad 1238 y bueno, nos estamos adaptando a las inclemencias climáticas, la sequía y demás que nos hacen jugar con las fechas de siembra, más un buen manejo. Creo que, contra todo pronóstico será un buena campaña.

La presentación del Vino Dos Santos se realizó en la Bodega María del Pilar, en Beltrán, Santiago del Estero. Compartimos algunas fotos del evento.

Por Carlos Federico Hamann. Publicado en Revista Campo para Todos N° 178 ©

 

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